Contra la zafiedad, el mal gusto, la decadencia. El gregarismo acrítico, la ignorancia asumida como opción deseable, el matonismo. La tontería fomentada y aplaudida, la memez como valor, la cobardía como bandera. Contra todo ello y más, no queda sino batirnos.
domingo, 8 de julio de 2007
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